por Isa Dobles. Caracas
Estos 34 años que celebran en Nicaragua por la lucha es una absoluta contradicción a lo que fue en su momento, cuando de todas partes de América muchachos llenos de ansias libertarias, con una visión clara, sin vicios o intereses distintos que obscurecieran el compromiso que establecían ya al ofrecerse a aquella lucha que cumplía con todos los requisitos que requería la historia, muchos de ellos, de otras latitudes, recibiendo su grado académico, sin entrenamiento, muchos sin avisarlo en sus casas, corrieron a ofrecerse porque esa conjunción humana de campesinos, estudiantes, escritores, periodistas, maestros, respondieron con sus sueños y sus valores al llamado de la libertad.
Mi hijo Ignacio me pidió unas botas fuertes porque estrenaría su recién otorgado grado de Sicólogo ganado con méritos en la Universidad de Georgetown, en Washington, y se iba a lugares “lluviosos” en su pasantía, Tenía veinte años. Y frente a la pantalla de tv de mi programa del canal 8 casi me muero al verlo haciendo guardia bajo una lluvia tenaz…pero en la Nicaragua que luchaba contra la tiranía de Somoza.
Los reportajes de José Emilio Castellanos desde Nicaragua retaban a Somoza y al lector del mundo con su contundente desafío en cada letra, cada línea, cada foto, cada titular. Fue un momento brillante de la Historia. Y esa lucha se ganó con la ayuda invalorable y desafiante de Carlos Andrés Pérez.
Y eso lo sabe el mundo y lo recuerda quien no lo puede olvidar. Carlos Andrés se jugó todo por ayudar a Nicaragua. Y hoy cuando uno ve esta calaña y que política manejando el País, y ve a Daniel Ortega recorriendo en titulares su condición de “violador” de la hijastra por 20 años, y ve como la primera dama a quien lo calló, no encuentra a Sergio Ramírez en el círculo de poder así como se dejó de ver a Tomas Borges, y el representante de Venezuela es Diosdado Cabello, uno de los mas denunciados funcionarios de este “cartel”, uno trata de aguantar el asco que provocan estos depredadores de principios y valores.
Nada que diga más que esta pérdida de decencia de esta confusión enfermiza de los pueblos que la falta de clase humana, esa condición que insulta hasta a las fieras más salvajes, desprovista de consideración, de vergüenza, de respeto. Allí están los que no vivieron esa lucha. Allí están los que conocen a Sandino a través de vicios y ambiciones ajenas.
El sadismo, el engaño, la mentira, se han instalado en estos “carteles “delictivos que se arrollan entre sí, tumbándose unos a otros en este despeñadero al que llevan sus víctimas. Pero como aseguró el Presidente Arévalo de Guatemala , “los pueblos se duermen por años..y resucitan. Y estallan. Y entonces hay que desarmar los brazos de armas y armar las mentes de ideas. Esa es la fuerza”.
Me alegra ver que nada ni nadie detiene la avalancha de Isa Dobles, felicitaciones, Gonzalo