Isa Dobles
Yo amo a Venezuela y la quiero ver llena de flores, porque las flores borran de su rostro una y otra vez la amargura y el odio que otros diseñan en beneficio de sus intereses y sus vicios.

Yo quiero llenar a Venezuela de flores. De colores intensos, de pétalos suaves, de hojas bailando en el aire, pasándole una al muchacho sentado en la calle solitario, con sus bolsillos vacíos sabiendo que en la casa que a lo mejor ni lo esperan ya no hay comida ni agua, ni rostros felices.
Yo quiero llenar de flores Venezuela para que cada abuelo reciba la suya…cada trabajador mire en los ojos de su hija a que flor se parece, que como una estudiante Caraqueña, la mujer guayú que todavía y a pesar de tantas promesas tiene que resguardarse años para que la violencia rechazada por la cultura no rasgue su virginidad.
Yo quiero llenar de flores a Venezuela que huela a rosas, a jazmines, a nardos, a lirios para que borre la fetidez de quienes no han querido, ni honrado a Venezuela.
Yo quiero llenar de flores a Venezuela rescatar la risa, el abrazo, la bondad, la mirada directa y amistosa. Yo quiero llenar de flores a Venezuela y escoger la más pura, la más activa. La que yo siento en mi corazón comprometido y agradecido por ese venezolano ejemplar: mi amigo querido Ramón J Velásquez.